Entrenamiento Complementario

La didáctica de juego basada en las situaciones sitúa el juego de equipo en el centro del entrenamiento descuidando algunas exigencias físicas a desarrollar para que el jugador pueda poner en juego todo su potencial.  Por ello, complementamos el ámbito de la condición física con otras formas de entrenamiento. Ya que no se pueden abarcar en los juegos factores como la mejora de: 

• La velocidad pura. 
• La fuerza. 
• La flexibilidad. 

Por consiguiente, en este contexto se entiende bajo entrenamiento complementario las formas de movimiento que preparan, complementan y se combinan con los juego de equipo sin sus condiciones competitivas. 

El entrenamiento complementario consta de diferentes funciones: 

Calentamiento.
Para cualquier carga física hemos de preparar el organismo para la máxima capacidad de rendimiento posible a través de ejercicios dirigidos.

Recuperación activa.
Según el principio carga y recuperación, minutos de alta carga física en un juego de equipo, se han de alternar con intervalos de recuperación, que permitan la regeneración del organismo fatigado con tareas sin especiales requerimientos físicos.

Intensificación de la experiencia de juego.
Experiencias ganadas en las competición y en el entrenamiento para la aplicación de determinadas destrezas técnicas se pueden intensificar individualmente, se pueden afinar y con la carga intensiva se puede lograr al mismo tiempo también un efecto de formación de la condición física.

Diversificación motivante.
La diversificación de contenidos y formas de entrenamiento dentro de un programa de entreno impide la saturación, alivia física y psíquicamente y motiva a una nueva predisposición de rendimiento.

Acondicionamiento general.
El entrenamiento general y básico de la condición física mejora las capacidades físicas independientemente de las exigencias específicas de la disciplina deportiva en cuestión, siendo un requisito fundamental para el desarrollo de un rendimiento especifico maximo.

Entrenamiento de la fuerza, la velocidad y la flexibilidad.
La mejora de la fuerza y de la velocidad exigen condiciones de entrenamiento que ni la competición ni los juegos de equipo ofrecen. La velocidad pura únicamente se puede mejorar si la carga alcanza el máximo límite de rendimiento del jugador en cada repetición, o sea, su velocidad máxima. Por ello antes de cada nueva carga es necesario la completa recuperación del organismo. También el aumento de la fuerza supone resistencias superiores a las que se han de superar en la competición. Para el mantenimiento y la mejora de la flexibilidad se precisan ejercicios de estiramiento que superen el límite de carga de la competición. Estos tres importantes ámbitos de las capacidades físicas precisan de un entrenamiento regular, que discurre paralelo y por separado, siendo complementario al entrenamiento del comportamiento de juego.

Entrenamiento de recuperacion tras lesiones.
A causa de las lesiones podemos sufrir un retroceso en el estado de forma física. Para recobrar la máxima capacidad de rendimiento hemos de realizar un trabajo específico encaminado a mejorar las capacidades que hayan sido mermadas.